viernes, 22 de enero de 2010

Caminar...

"Caminar por las calles no siempre es aburrido, pero días como hoy, en que la tristeza te llena la vida y tienes una necesidad de estar con alguien, caminar por las calles se hace lo más aburrido que existe.

Sentir unos labios, acariciar unas manos o simplemente dejar que alguien te escuche y no diga nada, es lo que más quiero ahora. Necesito un amor, alguien que no se haga al idiota y días después desaparezca de mi vida, quiero a alguien que soporte mi sinceridad y sea tan sincero como yo".

Caminaba por la bajadita a la playa y por dentro tenía las ganas de gritar. Siempre veía a las parejas y se preguntaba porque a ella no le pasaba lo mismo, porque no llegaba el amor a su vida y la hacía feliz.

A veces, el silencio la consolaba y sonreír a la nada se hacía necesario. Como hoy, en que estaba tan triste y se sentía tan sola que lo único que deseaba era llegar al mar y lanzarse en las piedras. Quería sentir el amor junto a ella, pero lo veía tan lejano, como aquellas olas que explotaban a lo lejos, en el mar rodeado por hormigas con tabla.



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