domingo, 3 de mayo de 2009

Nueva vida, fuertes deseos.

El mundo cambia de una manera acelerada y con él las costumbres, la forma de comunicarnos, las decisiones. Ayer estábamos bien, hoy con una enfermedad del porcino que amenaza con extenderse. Mueren seres queridos, nacen otros y en ese constante cambio estamos nosotros. Algunos concientes de la calidad del ser humano, otros inmersos en la estupidez de creerte más por tener un determinado puesto en la sociedad, pero lo que si es seguro, es que el tiempo pasa, y que cada día es un albur del que todos participamos de forma global ya que el mundo ya no está separado como antes, sino muy comunicado.
Y en estos segundos, esas miradas, esas comunicaciones... nos quedan los espacios para expresarnos, para ser seres humanos y demostrar que podemos ser felices más allá de todo por un momento. Lo que vendrá después, quien lo sabe, solamente vale ese instante donde estás cerca a los que quieres y te ríes, dices lo que piensas y aportas positivamente.
Ahora más que nunca, nuestro impulso debe ser enfocado al ser humano y a demostrar que nuestro propósito en esta vida está más allá de los títulos y los cargos, de la fuerza o la maldad, que vinimos a esta vida para cumplir con el proceso de la creación y en nuestras mános anida la mágia que hará que todo cambie.
Transmitan positivismo, generen instantes de amor, expandan su aura más allá de sus límites, explayen sus emociones, y sobre todos sean sinceros, y celebren que cada día despertamos y podemos respirar y estar cerca a los que tanto queremos. Ya que el tiempo pasa, y quizás ya no volvamos a pasar por mismo camino.
Amor, buena vibra, salud, luz, paz y todo el mejor de los deseos, es la que esta noche les dejo.
Es tiempo de crecer en armonía y amor.