miércoles, 20 de enero de 2010

Buceando en el mar.

Dejó de lado la rutina de todos los días, las tareas en el trabajo, al jefe que le sonreía con mueca hipócrita. Vio los gastos que tenía que hacer mensuales y se dijo: porqué carajo he llegado al estado en que le debo a una tarjeta de crédito tanta plata. Luego recordó que un par de años anteriores fue un despilfarrador de dinero que por su famosa frase "ya lo pagaré" se había llenado de deudas. Aunque también, y para bajar un poco ese cargo de conciencia, se acordó que un banco, con un interés altísimo le había comprado la deuda, pero !se la había comprado al fin y al cabo!.

Que jodido era eso de ir a varios bancos para tratar de amortizar una deuda que si no bajaba por un lado, subía por el otro y se transformaba en una cadena de nunca acabar.

Estaba con toda la mierda rondando por la cabeza, con la membrecía del gimnasio que se le había terminado y una chica que no le interesaba en absoluto salir con él, cuando le vino a la mente 2 cosas: o se mataba de una vez por todas o empezaba a correr riezgos. Decidió ir por el segundo camino: vencer su primer miedo, el mar.

Le era jodidísimo vencer ese miedo que toda la vida lo había aterrado, pero sin más que perder, se lanzó a la aventura, tomaría clases de surf y sería como esos locos que estaban con su tabla lejos de la orilla.

No le quedaba otra, o seguir siendo el mismo miedoso de siempre que lo había acompañado desde chiquito. Se puso sus audífonos, y empezó a caminar rumbo a la playa. Fito paez lo acompañó en el camino.

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