domingo, 29 de junio de 2008

asi

A veces me siento tontísimo al frente, y cuando decido acercarme y veo que me dan pelota, me elevo a las máximas constelaciones del mundo, pero después se alejan y me quedo solo entre la multitud. No sé lo que pasa, pero dentro de mi vida hay un vacío interminable que se hace difícil de llenar, ese vacío que nos llena el alma de incógnitas y no nos deja ser sinceros completamente porque sino nos deshacemos por tanta sinceridad. Hoy estuve más tonto que nunca, y en la hamburguesa y en todas las noches y tardes en las que me tocó pasarla bien, nunca sentí un rechazo. Ahora sólo medito, pero cada actitud que logran contra mi me hiere en el alma ¿es que nadie sabe lo que se pierde? Quizás no, y por eso lo mejor siempre será mantener la calma y no ilusionarse tanto.

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